OPINIÓN; Plan presupuestario de Trump castiga a los pobres

Por Adriano Espaillat

Congresista por el Distrito 13 de NY

Como era de esperarse, la propuesta de presupuesto del presidente Trump para el año fiscal 2018 es fría y dura para los pobres y los que luchan por llegar a la clase media en los Estados Unido.

Mientras recorta considerablemente el presupuesto de programas vitales de protección social como el Medicaid y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) que rescatan a millones de estadounidenses de las profundidades de la pobreza, esta propuesta de presupuesto aumenta los fondos para gastos en defensa, para redadas de inmigración, para la construcción de un divisivo muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México.

El plan, titulado “La Nueva Fundación para la Grandeza Estadounidense” (The New Foundation for American Greatness), reduciría en más de $800 mil millones de dólares en 10 años el Medicaid, cerca de un cuarto de lo que este programa de cuidado de salud proyecta gastar en estadounidenses pobres y discapacitados.

Entre los más perjudicados figuran los niños.

El presupuesto del presidente Donald Trump planea reducir el Programa de Seguro de Salud para Niños, conocido como CHIP, en al menos un 20% durante los próximos dos años fiscales. El CHIP le da cobertura de salud a 8.9 millones de niños, mientras el Medicaid cubre 37 millones. Juntos, estos dos programas cubren aproximadamente uno de cada tres niños estadounidenses, según la Kaiser Family Foundation.

Estos recortes coinciden con la reciente anulación de la expansión de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, ACA, conocido como Obamacare, a 14 millones de ciudadanos.

El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), conocido como Cupones de Alimentos, que beneficia a 42 millones de personas, vería recortes de unos $191 mil millones en la próxima década, más de un 25%.

Otros recortes en el presupuesto de Trump incluyen reducciones en las pensiones de empleados federales. El proyecto también limitaría los subsidios a los agricultores.

Además, de los $2,600 millones solicitados al Congreso destinados a inmigración y seguridad fronteriza, Trump está pidiendo $1,600 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México.

Trump ha priorizado esencialmente sus propios intereses y el de los ricos por encima del de las familias pobres y de bajos ingresos de Estados Unidos.

Esta propuesta de presupuesto es mala para los Estados Unidos, ya que va a imponer cargas a nuestros estados y dejar atrás a nuestras comunidades más vulnerables.

Los legisladores debemos rechazar esta propuesta presupuestaria de Trump y sentarnos a la mesa para negociar un presupuesto que cierre la brecha entre ricos y pobres y que lleve progreso, salud y tranquilidad a nuestros distritos.