VER VÍDEO: Con lo que se encontraron los periodistas, cuando fueron a cubrir el caso del brujo acusado de violar menor.

SANTO DOMINGO RD.- Familiares de una adolescente denunciaron a un hombre identificado como Darlin Antonio Beato Gómez, conocido como un brujo del sector Los Frailes en Santo Domingo Este, de abusar sexualmente de la menor.

Cabizbaja, triste y desalentada, la joven narra entre dientes que fue abusada y que nunca olvidará el 13 de abril, justo cuatro días antes de cumplir sus quince primaveras, cuando el agresor, como si se tratara de una película de terror la manipuló diciéndole que toda su familia estaba en peligro de muerte y que la única forma de salvarlos era ofreciendo su virginidad a los supuestos santos que venera.

Según testificó la menor, el hombre quien es sobrino su padre, mantenía cercanía con varias adolescentes de la familia, y para cometer el hecho, lleva a las jóvenes a una habitación de su residencia, ubicada en el Barrio Nuevo Las Américas en Los Frailes y allí, en medio de un rito las acuesta sobre el piso y les pide desnudarse.

Pero eso no es todo, cuando Deyson Ovalles de Noticias Telemicro fue al lugar de los hechos, se encontró con que otras dos menores, familiares de la esposa de este, también denunciaron que habían sido violadas por el mismo individuo.

Darlin Antonio Beato Gómez, fue denunciado ante las autoridades, pero continua libre y no ha sido apresado, pese a tener varias denuncias por el mismo delito.

La madre de la menor admite que dos de sus hijas y varias primas asistían con frecuencia a la casa de quien era visto como un miembro más de la familia, e incluso una de sus hijas de 16 años, se marchó de la casa para vivir con el supuesto brujo y su esposa.

Una vecina de la familia indicó ante las cámaras de CDN, los métodos de persuasión y manipulación que utiliza el agresor contra sus víctimas.

La desesperación, la culpa e impotencia son los sentimientos que ahora embragan a esta familia compuesta por varias adolescentes que aun atemorizadas esperan castigo para el abusador. La mirada triste de la joven maltratada y el silencio mortificador de su hermana, dejan en evidencia el abuso sufrido y la necesidad inmediata de ayuda psicológica para poder reponer sus vidas.