ARTICULO: El docente y su formación
Por: Roberto Rosado Fernández, educador
Es de
gran valor reconocer que la Ley General
de Educación 66,97 al concebir la formación gratuita a los docentes de la educación
pública ha hecho una importante contribución
para garantizar que los mismos estén
debidamente formados. Eso es positivo, muy positivo pero puede generar, tal y
como reclama la maestra Dinorah García Romero,” dependencia formativa Y no tomar
iniciativas propias para su formación
académica”. Es una tarea que debe priorizar cada docente si quiere ser recordado por siempre por la huella que haya
dejado en su paso por las aulas.
Para que su formación sea más completa
y coherente con los avances de la educación, de las tecnologías y de la
cultura digital, así como intervenir proactivamente en los procesos de
desarrollo social, debe tomar iniciativas propias que le permita invertir para
adquirir conocimientos que le ayuden desarrollar con competencia su delicada y
comprometedora labor de educar.
Para
el apóstol José Martí” la formación está
centrada en la educación integral del individuo, buscando desarrollar un ser
humano con conocimientos, valores y capacidad para transformar su entorno. La
educación no es de conocimientos, sino también formación moral y ciudadana,
preparando a las personas para ser libres y responsables. La formación que
plantea implica: Educación integral; Formación en valores; Preparación para la
vida; Libertad y autonomía; Conocimiento y cultura y Rol del maestro como
fomentador del pensamiento crítico.
La responsabilidad del docente en el desempeño
de su labor le obliga a enriquecer sus saberes.
Comprender esa realidad le permite formarse sin importar el sacrificio económico
que deba hacer.
El compromiso que asume el educador para
generar aprendizajes es una comprometedora tarea que solo se puede realizar si está
bien formado. El gran pedagogo Paulo Freire señala que la educación basada en la interacción entre educar y aprender
requiere rigor metodológico; mucha investigación; respeto por el
conocimiento particular; pensamiento crítico; respeto a la ética y la estética;
aceptar lo nuevo; rechazar la discriminación; reflexionar críticamente acerca
de las prácticas educacionales y asumir la identidad cultural. (Pedagogía da
Autonomía)
Las tareas concebidas por estos pedagogos
se dificulta desarrollarlas si el docente no actualiza sus saberes adquiriendo,
mediante estudios, independientemente de los que ofrece el Ministerio a través
de los programas gratuitos que regularmente ejecuta.
Las
consecuencias de una inadecuada formación es la falta de base sólida para la comprensión
de conceptos y aplicar con deficiencia
lo aprendido. En el ámbito educativo produce debilidad en los procesos de
enseñanza los cuales redundan en la formación de profesionales débiles a la
hora de llevar a la práctica los conocimientos adquiridos.
Al
docente se le asigna la mayor responsabilidad para la formación con calidad de
los profesionales que irán a las instituciones por lo que, deben tener
formación para poder formar con calidad,
por aquel dicho que dice; NADIE DA LO QUE NO TIENE.
Una
formación inadecuada puede generar un círculo vicioso lleno de dificultades que afectan tanto al
individuo como a la sociedad en la cual se desenvuelve.
Es
fundamental para el maestro invertir en su formación; solo así puede incidir en la creación de
profesionales de calidad que, a su vez, brinden un servicio de calidad a su
sociedad.
Con un
poquito de esfuerzo se puede hacer.
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments