ARTICULO: Amores en Cortocircuito: Una reflexión sobre la dependencia emocional.
Por:Raydina Lora
La Dependencia Emocional: Cuando la Necesidad Silencia el Bienestar.
Como orientador educativo, a menudo observo cómo la búsqueda de afecto se transforma, sutilmente, en una peligrosa dependencia emocional. Este no es un problema exclusivo de las relaciones de pareja, ya que, se manifiesta en la amistad y en los lazos familiares, y su impacto en la salud mental y en el rendimiento personal es profundo.
La dependencia emocional puede definirse como un patrón psicológico que se caracteriza por una necesidad excesiva de otra persona (la "figura de apego") para sentirse completo, feliz o seguro. Es la diferencia clave entre querer a alguien y necesitar a alguien de manera obsesiva. El dependiente no vive en el "nosotros", sino en la constante validación que le otorga el "tú".
Señales de Alarma que Debemos Identificar
La dependencia no es amor, sino una adicción afectiva que anula la autonomía. Las principales señales que deben alertarnos incluyen:
Baja Autoestima y Miedo a la Soledad: El dependiente se siente vacío si no está con la otra persona. La soledad se percibe como una amenaza, no como una oportunidad.
Idealización de la Figura de Apego: Se justifica cualquier maltrato o desprecio, poniendo al otro en un pedestal. "Aguantaré porque, en el fondo, me quiere."
Priorización Absoluta: Las necesidades, hobbies o amistades propias se sacrifican constantemente para satisfacer o estar disponible para la otra persona.
Miedo al Abandono: Esto lleva a una búsqueda obsesiva de aprobación o a tolerar relaciones tóxicas con tal de evitar la ruptura.
La Autonomía como Ruta de Escape
Desde la perspectiva de la orientación, la ruta para superar la dependencia no pasa por encontrar un nuevo afecto, sino por reconstruir el amor propio y la identidad individual. Es un trabajo interno que exige valentía y autoconciencia:
Reconocer el Patrón: Aceptar que la necesidad excesiva está dañando nuestro bienestar.
Establecer Límites: Aprender a decir "no" y a priorizar las propias necesidades. Una relación sana respeta el espacio individual.
Cultivar la Soledad: Entender que la soledad es fundamental para el autoconocimiento.
Disfrutar del tiempo a solas es el antídoto más poderoso contra el apego enfermizo.
Buscar Refuerzo Profesional: La dependencia suele tener raíces profundas en experiencias pasadas (a menudo en la infancia o la adolescencia). Un terapeuta o psicólogo puede guiar el proceso de sanación y la construcción de un apego seguro.
La madurez emocional llega cuando podemos decir "te quiero" sin que implique "te necesito para vivir". Fomentar la autonomía es la llave maestra para construir vínculos auténticos, donde dos seres completos deciden unirse, en lugar de dos mitades que se necesitan para sobrevivir. Tu bienestar no puede ser negociable.
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