ARTICULO: Reinventar el Amor: ¿Es posible empezar de cero como amigos?

Por: Raydina Lora 

Cerrar un capítulo amoroso para abrir uno de amistad con la misma persona es, posiblemente, uno de los desafíos emocionales más complejos que existen. Comúnmente escuchamos el "quedemos como amigos" como una frase de cortesía para suavizar una ruptura, pero intentar transformarlo en una realidad tangible implica una reestructuración profunda de la identidad y del bienestar emocional.

El peso del pasado en el presente.

Cuando una relación termina, especialmente una marcada por el sufrimiento, el dolor no desaparece simplemente porque la etiqueta de "novios" se elimine. Para quien sufrió más en la relación, este nuevo comienzo no es una hoja en blanco, sino una hoja llena de tachones y cicatrices. 

El cerebro lucha por procesar que la persona que antes era tu refugio (y también tu fuente de dolor) ahora debe ocupar un espacio de "compañerismo" neutral. Quien salió herido suele caminar sobre cristales. Cualquier gesto, palabra o silencio de la expareja puede reactivar traumas pasados, dificultando la construcción de una amistad genuina.

Existe el riesgo de que la "amistad" sea en realidad una esperanza disfrazada. Si una de las partes se queda esperando que el otro cambie o que la chispa regrese, el proceso de sanación personal se detiene por completo. El impacto en quien más sufrió.

Para aquel que vivió la relación desde la carencia, la traición o el desgaste emocional, intentar ser amigos requiere una vigilancia interna extrema. 

La influencia de esta decisión puede ser ambivalente: por un lado, puede ofrecer un cierre pacífico; por otro, puede convertirse en una forma de auto-tortura si no se han establecido límites claros.

Ver a la ex-pareja rehacer su vida, actuar con una libertad que antes dolía o simplemente interactuar sin la carga del compromiso, puede generar un sentimiento de injusticia o una recaída en la baja autoestima.

Consejos para no caer en el mismo círculo vicioso, si decides emprender este camino, es vital hacerlo con una estrategia de protección emocional. Aquí te oriento con algunas claves para no repetir los patrones que te hicieron daño:

El "Contacto Cero" previo es innegociable: No se puede ser amigo de alguien a quien todavía lloras todas las noches. Necesitas un periodo de ausencia total para desintoxicarte de la dinámica de pareja antes de intentar una amistad.

Define qué es "Amistad" ahora: No son amigos para hablar de sus vidas sexuales, ni para verse a solas en escenarios románticos, ni para reclamarse por qué no contestan un mensaje. Establece límites de tiempo y temas de conversación.

Observa los hechos, no las promesas, si en la amistad esa persona vuelve a ser negligente, manipuladora o poco empática, recuerda que no es el título de la relación lo que fallaba, sino la dinámica entre ustedes.

Prioriza tu paz, no te dejes engañar de la nostalgia ya que es una mentirosa que solo te recuerda los momentos buenos. Si el precio de mantener a esa persona en tu vida como "amigo" es perder tu tranquilidad, el precio es demasiado alto.

Empezar de cero como amigos solo funciona cuando ambas personas han evolucionado lo suficiente como para no necesitar nada del otro más que su compañía casual. Si sientes que tu felicidad aún depende de su validación, es mejor elegir el camino de la distancia y la sanación propia.