ARTICULO: Padre, Hijo y Proyecto de Nación: La Fórmula que Preocupa al PRM

Por: Ysidoro Paulino (Junior)  Comunicador.

 En la política dominicana se está configurando un fenómeno que el PRM observa con evidente inquietud. Leonel Fernández y Omar Fernández avanzan desde dos lugares distintos del liderazgo, pero dentro de un mismo cauce histórico. 

El primero, como referente de la construcción institucional moderna del país. 

El segundo, como rostro de una generación que exige representación, cercanía y resultados. Esa convergencia no es casualidad: es proyecto.

Mientras el gobierno intenta imponer la idea de una política amnésica, desvinculada del camino recorrido, la figura de Leonel Fernández permanece como símbolo de visión estratégica, gobernabilidad y formación de cuadros. 

Su liderazgo no compite por nostalgia, sino por vigencia. Cada debate nacional importante termina, inevitablemente, regresando a su capacidad de articular soluciones.

Simultáneamente, Omar Fernández se ha consolidado como la principal referencia joven con capacidad de traducir demandas ciudadanas en discurso y acción. Su estilo político no es estridente ni improvisado. 

Habla con serenidad, escucha con intención y representa un país que ya no quiere escoger entre historia y futuro, sino que exige ambas cosas juntas.

En medio de este escenario aparece la polémica de la indexación salarial, que expone la distancia entre el gobierno y la vida cotidiana de la población. 

Mientras los precios de los alimentos, medicamentos y servicios básicos crecen sin pausa, el gobierno ha tratado la discusión salarial como un inconveniente político y no como una urgencia social.

Negarse a la indexación es negar la realidad del trabajador dominicano. Es ahí donde la Fuerza del Pueblo se coloca con claridad: del lado de la gente y de su derecho a vivir con dignidad.

La verdadera preocupación del PRM no se encuentra en un apellido ni en una figura aislada.

Lo que les preocupa es la continuidad orgánica de un proyecto político que combina experiencia y renovación sin fractura.

Un partido con memoria, pero también con porvenir.

Con raíces y con crecimiento.

Con voz histórica y con voz nueva.

La Fuerza del Pueblo ha logrado algo que las demás organizaciones no han podido construir: una transición generacional sin ruptura interna y sin pérdida de sentido.

Cuando un liderazgo logra unir pasado, presente y futuro, ya no se habla de alternativa.

Se habla de destino político.