ARTICULO: INDIGNACIÓN E IMPOTENCIA ANTE LOS FEMINICIDIO
https://www.elfogondesanjuan.com/2019/11/articulo-indignacion-e-impotencia-ante.html
POR: MERCEDES ROA M.A
Cada nuevo día es un regalo que te da la
vida para perseguir tus metas y tus sueños. Cada amanecer es una gran oportunidad que tienes, cuando abres los
ojos cada mañana. El haber descansado durante la noche, y llenar de
energías tu cuerpo y transformarlo
en fuerza, coraje y valentía para acabar con los obstáculos que se
crucen en tu vida.
La vida pasa para uno
y si no estuviésemos vivos, nada de lo que hoy puedes disfrutar
existiría. Por ello, debemos agradecer que cada día tienes una nueva
oportunidad para mejorar, crecer y construir una vida de éxito.
Solo
tenemos que proponérnoslos e ir a por ello. Podemos conseguir todo lo que queramos, pero
debemos creer que Cada día es una nueva oportunidad para hacer
aquello para lo que hemos sido creados.
Otro lienzo en blanco para que podamos
seguir dibujando nuestra increíble vida.
Más como no sentirnos
impotentes a la vez cuando al amanecer encontramos en las noticias que ha caído
una mujer más a manos de hombres sin sentimientos como el caso de hoy de las
Sra. Fátima Guzmán una mujer líder comunitaria, humana con sentimiento, con
deseos de ayudar a su prójimo , PERO más
que nada con deseos de vivir.
PERO, Como no sentir impotencia y rabia si vemos que el problema de los feminicidio ya se está convirtiendo en una epidemia.
Parecería que la mujer no tiene derecho a existir; no tiene capacidad para
vivir; ni para participar en igualdad de condiciones.
Por esto, el mundo anda mal y se descubre
como una plataforma misógina (odio) que considera natural y cotidiana la
discriminación y todo tipo de violencia contra la mujer: física, laboral,
sexual, psicológica, verbal, política, cultural y social.
Es una violencia que
desborda los límites humanos; es un acoso integral que degrada y reduce a la
mujer a una cosa; a un objeto controlado por las parejas, por las familias, por
los legisladores; por las confesiones religiosas; por los partidos; por los
empleadores y por los dirigentes de asociaciones.
Estamos frente a un problema
agudo, pues la mujer es un recurso más, que se manipula y sobre la que se
decide sin tener en cuenta su derecho a participar; su derecho a intervenir en
las decisiones que tienen que ver con ella. Esta realidad no solo la
contemplamos más allá de nuestras fronteras; no, también en nuestra sociedad.
La epidemia
del feminicidio está alcanzando en
nuestro país un índice muy alto y progresivo. El número de mujeres caídas a
manos de sus parejas o exparejas en el
transcurso del año se incrementa cada vez más.
El número de mujeres agredidas,
violadas y ultrajadas en el contexto social y laboral es alarmante. Es peor aún
el auge de la violencia doméstica; una violencia que reproduce violencia y que
ya ha hecho arraigo en la mentalidad machista, en la mentalidad patriarcal de muchos
hombres dominicanos.
La indignación y la impotencia nos envuelven; nos colocan en una
situación de incertidumbre y En este
contexto cabe preguntarnos:
¿Qué más podemos hacer las mujeres para revertir este problema?
¿Qué papel debemos jugar como sociedad para eliminar o reducir esta epidemia?
¿Qué trabajo pueden hacer las familias para apagar el fuego de
la violencia que las desgasta y devora?
¿Qué puede hacer la sociedad para construir la cultura del
reconocimiento y del respeto a la mujer?
¿Qué más puede hacer la educación para transformar la mentalidad
de los ciudadanos con respecto a las mujeres?
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments