ARTICULO: La Fuerza del Pueblo se afianza como el consenso nacional bajo el liderazgo de Leonel Fernández

Por: Ysidoro Paulino (Junior)

La República Dominicana vive un momento de profundas tensiones políticas, económicas y sociales, marcado por el deterioro en los servicios básicos, los apagones, el incremento del costo de la vida y la pérdida de confianza en la capacidad del gobierno actual para responder a las urgencias nacionales. En medio de ese clima, la Fuerza del Pueblo (FP) ha logrado posicionarse como la organización política que mejor interpreta el sentir de amplios sectores de la sociedad.

Este ascenso no es casual ni improvisado. Es el resultado de una estrategia clara, una narrativa coherente y la presencia de un liderazgo experimentado que inspira confianza. Leonel Fernández se ha convertido en la figura que articula ese gran consenso nacional, no por un acto de circunstancia, sino por su capacidad probada de conducir al país en momentos de crisis y de ofrecer una visión de Estado que trasciende la coyuntura.

Mientras el gobierno enfrenta cuestionamientos por la fragilidad de sus políticas energéticas, los errores en la planificación del sistema eléctrico y la incapacidad de asegurar estabilidad en servicios esenciales, la Fuerza del Pueblo emerge como la fuerza política que plantea soluciones con racionalidad, seriedad y conocimiento. Los ciudadanos perciben esta diferencia.

La FP ha logrado conectar con sectores que antes se encontraban dispersos: la clase media golpeada por la inflación, los productores agropecuarios que exigen mayor apoyo, los jóvenes que demandan oportunidades reales y los profesionales que observan con preocupación el rumbo de la institucionalidad. Ese amplio espectro social encuentra hoy en la Fuerza del Pueblo un punto de convergencia.

El liderazgo de Leonel Fernández aporta un elemento clave en este proceso: estabilidad. Su visión global, su experiencia económica y su habilidad para interpretar los desafíos de la modernidad hacen que cada una de sus intervenciones adquiera una relevancia especial en un país que clama por claridad y dirección.

El crecimiento sostenido de la FP en simpatía, estructura y credibilidad confirma lo que ya muchos reconocen: la Fuerza del Pueblo no solo es la principal alternativa política del país, sino la organización que encarna el consenso ciudadano que exige un nuevo rumbo nacional.

Hoy, ese consenso ya no es solo una percepción: es una realidad que se impone frente al desgaste, la improvisación y las fallas del gobierno. Mientras la administración actual intenta justificar lo injustificable, la Fuerza del Pueblo avanza con un liderazgo que no retrocede, que no se intimida y que no le teme a la verdad. Leonel Fernández y la FP representan la ruta firme hacia el cambio que el país exige, y cada día más dominicanos se suman a esa causa para poner fin a un modelo que ha demostrado estar agotado.